Parapente

Sus origenes viene del paracaidismo que en algunos casos son actividades que se parecen y en otras son muy diferentes, como por ejemplo el parapente presenta un perfil perfectamente aerodinámico y un ala mucho más grande con celdas abiertas por delante y cerradas por detrás, la persona tiene mucho más tiempo para planear y el despegue de hace desde una montaña y no de una avión como en el paracidismo.
Esta disciplina nació en Francia cuando grupos de escaladores utilizaban un tipo de paracaídas para no tener que bajar de las montañas. Asimismo, la NASA ha contribuido mucho con el invento, ya que el sistema de aterrizaje de sus cápsulas espaciales incluye paracaídas que han servido de prototipo.
El vuelo, sus fases.
Volar en parapente es una cosa bastante sencilla, ¡nada comparado a manejar un helicóptero¡ , pero al igual que en este existen una serie de fases que conviene conocer:

Preparación del equipo: Una de las mayores ventajas del parapente es que la preparación del equipo es muy sencilla, basta con sacar el parapente de la bolsa, extenderlo, comprobar que las líneas no están liadas, conectar las bandas con la silla (con los mosquetones), conectar el acelerador (si tiene), ponerse el casco, las botas, guantes y mono de vuelo, encender bario y GPS, hacer la comprobación pre-vuelo y ya tenemos el equipo preparado.
Despegue : Una vez preparado el equipo, decidido el plan de vuelo y que las condiciones
atmosféricas son las correctas, Nos situamos en la pendiente enfrentados al viento, cogemos con cada mano el freno y la banda A correspondientes. Damos un tirón firme y constante con el pecho, al mismo tiempo ayudamos a subir la vela con las bandas. Cuando tengamos la vela sobre nuestra cabeza ya podemos empezar a correr. Pronto veremos como empezamos a separarnos de la ladera. Ya estamos volando. Ahora ya podemos aprovechar para sentarnos y ponernos cómodos.
Vuelo: el vuelo es la fase más sencilla. En los primeros nos limitaremos a dirigirnos al aterrizaje usando para ello los frenos para girar. Cuando llevemos algún vuelo más podremos empezar a preocuparnos de permanecer más tiempo en el aire aprovechando las brisas de ladera y las térmicas.Aproximación: cuando estemos cerca del suelo hay que prepararse para aterrizar. Antes que nada hay que localizar el campo de aterrizaje (libre de obstáculos) y enfrentados al viento hacer "ochos" para ir perdiendo y situarnos encima del campo.
Aterrizaje: ya encima del campo, nos salimos de la silla y dejamos que la vela adquiera velocidad soltando los frenos, cuando estemos a punto de tomar tierra frenaremos la vela (llevando las manos y los fre
nos hasta el culo, perdón hasta donde la espalda pierde su casto nombre) con esto lo que conseguimos es transformar la energía cinética que traemos (velocidad) por energía potencial (altura) . Con esta pequeña trepada perderemos toda la velocidad que traíamos y aterrizaremos suavemente, ¡la gran mayoría de las veces¡
Recoger y buscar el coche: esta es la fase más penosa del vuelo, pero hay que hacerla, para que la próxima vez que se vuele todo esté en su sitio y podamos salir a volar sin tener que desliar cordinos, etc., etc. Lo de buscar el coche es mejor que comprar uno nuevo cada vez que se va a volar.

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